Las Tablas de Daimiel son un humedal de gran importancia ecológica que ha sido moldeado por la interacción entre el ser humano y la naturaleza a lo largo de los siglos.

Sin embargo, a partir de mediados del siglo XX, la intensificación de la agricultura y la construcción de grandes infraestructuras hidráulicas comenzaron a alterar este equilibrio. La sobreexplotación del acuífero y la desviación de caudales provocaron una drástica reducción de las inundaciones naturales, llevando a una progresiva desecación de las Tablas.

Gracias a la presión popular, las Tablas de Daimiel fueron declaradas Parque Nacional en 1973. Desde entonces, se han llevado a cabo numerosas actuaciones para recuperar este humedal, a pesar de las cuales, las Tablas siguen enfrentando numerosos desafíos como la escasez de agua y el cambio climático, que les deparan un futuro incierto.

Este enclave único alberga una gran variedad de especies vegetales y animales, entre las que destacan sus aves acuáticas. Sin embargo, más allá de la avifauna, las Tablas de Daimiel esconden un mundo diminuto pero no por ello menos fascinante: el de los artrópodos.